Ahora todo le va bien, tuvo mucha prisa y se salió más de una vez. 

 Fueron los excesos y las ganas de correr.
 

Y ahora coge sus tacones y la noche empieza a arder.

Tú cuidado con lo que dices que está hecha de cicatrices, 

es el verbo en carne viva, es la mujer elegida. No la busques, déjala.

Voy a quemar mi vida muy lejos de aquí. 

Echaré raíces en el corazón del sol.

Pasarán los años y te recordaré... 

Cuando mi luz se apague, no me arrepentiré de NADA. 

Nos queda mucho más que hacer que ver en la televisión como el mundo se apaga.

Normalmente los que más hablan son aquellos que deberían permanecer en silencio durante toda la eternidad. El ignorante no es quien no sabe si no aquel que a pesar de su escasez general de conocimiento y sus carencias culturales o de un tema concreto, tiene la puta santa dignidad de dar su opinión, es más, se aventura a criticar y juzgar lo que considera ,desde su soberbia posición, como bueno, malo o diferente. Esta clase de personas junto a los hipócritas y los envidiosos son puros despojos humanos bastante abundantes en nuestro país. Infelices que se centran en la vida de los demás porque la suya es una jodida mierda que no tiene nada de sustancioso, son tan hipócritas como esos fascistas que predican la familia tradicional y luego se van "de putas", realmente triste. Como bien sabemos la envidia es el deporte nacional, ese sentimiento provocado por el disgusto del bien ajeno tan común en nuestro entorno más cercano. Cuando un hombre conduce un BMW descapotable la frase más escuchada es: "Será hijo de puta". Odio generalizar pero es bastante español hacer esta seríe de comentarios, lo que indica que gran parte de los españoles siguen siendo más simples que un botijo.