jueves, 20 de marzo de 2014

La sociedad de hoy en día está al revés. O eso o es que se está volviendo cada vez más gilipollas. Las personas que más valen en este mundo son las que menos queridas y valoradas se sienten. No es cuestión de que la gente vaya vomitando arco iris a lo meme puke rainbow, pero joder no vendría mal de vez en cuando que miraráis un poco más allá de vuestro ombligo.
El ser humano ya no sé si calificarlo de malo por naturaleza o tonto. Sólo hay que ver a niños de papá crueles que se burlan hasta del chicle que hay en la baldosa de tu rellano. Cosas así te hacen perder la fe en la humanidad. Que haya personas inteligentes y cualificadas en el paro, que una panda de incompetentes gobierne el país o que las malas personas miren por encima de los hombro a los más noblotes.
Que a más de una nos gustaría tener un super cuerpazo a lo Sofía Vergara, un estilazo a lo blogger y todo el tiempo del mundo para poder hacer lo que nos diese la real gana. Que tenemos trescientos millones de cualidades buenas y siempre nos tenemos que fijar en los malditos defectos.
Que si esta está más delgada, que si es más lista, que si sale de fiesta más que yo, que si viaja más, que si tiene mejores amigos que yo... Así una nunca va a poder ser feliz. Que sí, que es muy difícil ser conformista en una sociedad consumista que hace ver que si no eres rico no vas a poder ir ni a la universidad.
Pero ya no es cuestión de conformismo, sino de autoestima. Hay que aprender a quererse, mucho, MUCHÍSIMO. Si no te preocupas tú por ti, además de mamá nadie más lo va a hacer. No esperes mucho de la gente porque cada uno va a su bola, y aunque parezca que hasta a quién más quieres pasa. Eso no es así.
Todos tenemos, como mínimo, a personas que se cuentan con los dedos de las manos que se preocupan por nosotros y nos quieren por lo que somos, y no por lo que nos gustaría ser.
Sueños tenemos todos, por eso menos laminillas de Mr. Wonderful y a luchar por ellos, que si no lo haces tú nadie lo hará por ti.